lunes, 2 de junio de 2008


La rápida respuesta de la Policía a una llamada telefónica sirvió para que uno de los cuatro miembros de una banda de ladrones que pretendía saquear un kiosco de la ciudad de Corrientes fuera detenido, al ser descubierto en el momento que oficiaba de “campana”. El intento de robo ocurrió a las 7 de ayer, en un negocio ubicado en Yrigoyen al 2300, entre Perú y Vélez Sarsfield, en el barrio Libertad. Un testigo observó cuando el grupo de delincuentes frenó su caminata frente al local comercial y tres de ellos comenzaron a forzar la reja y luego la puerta de acceso, mientras otro quedó parado afuera. El alerta telefónico provocó la llegada de un patrullero de la comisaría Quinta y de efectivos del Sector “microcentro”, encargados de la recorrida y patrullaje dentro de las cuatro avenidas. Cuando advirtió la llegada de los policías, el sujeto que hacía de “vigía” gritó avisando a sus cómplices y comenzó a correr. El hombre, después de una corta persecución, fue alcanzado una cuadra más adelante, por calle Perú, casi Junín, donde tropezó, cayó y sufrió un golpe en la cabeza. Se trata de Ramón Alegre, de 33 años, del barrio San Antonio de esta capital. El informe brindado a “época” por fuentes de la fuerza señala que los otros maleantes escaparon porque salieron corriendo del kiosco y se dispersaron. “Se fueron hacia distintas direcciones”. Una inspección en el comercio permitió establecer que el robo no fue consumado

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